Estos son los personajes que aparecerán en esta Hardfic, cada uno representado por un color de dialogo.

Esta historia empieza en el año 637 de Hardventure, 21 años antes del primer capítulo del cómic de Hardventure.

AÑO 63723 Noviembre


El pueblo de Lugen había sido completamente arrasado.


Los testigos hablaban de un grupo de dragones capitaneados por un dragón azul, no había duda, el autor de ese ataque había sido Cyan, el hijo de Blava y futuro heredero del trono de los dragones.


A su paso las llamas azules lo cubrían todo ¿Cómo habían descubierto los dragones que Lugen era un pueblo de hospedaje para las tropas de Grettah? Un punto estratégico para los humanos había sido borrado del mapa ¿Lo más sorprendente de todo? Cero victimas, los edificios de Lugen habían sido calcinados y destruidos pero milagrosamente ningún habitante había sufrido heridas graves, cosa que confundía enormemente a los capitanes de las tropas de Grettah.


Setién, comandante de la tropa 68 inspeccionaba la que había sido la zona de batalla:


- Si los dragones no matan humanos… ¿A que nos estamos enfrentando exactamente? ¿Cuál es el significado real de esta guerra? - Se inundaba en dudas el mandamás de uno de los batallones más efectivos de los que disponía el reino de Grettah.


Pese a sus dudas, su segundo de mando tenía bien claros los objetivos de esta guerra:


- Señor comandante, no debe dudar ni un segundo del sanguinario instinto de los dragones. Han atacado Lugen y gracias a la gracia de Gaia ninguno de sus habitantes ha sido herido de gravedad ¡Eso sí que es tener suerte! - Dijo con cierto odio.


El segundo de mando no tenía ninguna estima hacia los dragones, hace apenas dos años su hijo falleció en una emboscada que les tendió un grupo de guerreros draconianos y desde entonces, con esa dura espina clavada en el corazón, buscaba su particular venganza.


No había acabado su frase cuando le interrumpe un joven soldado de apenas 20 años ¿Su nombre? Jaco. Hacía apenas un par de años que se había alistado a las tropas de Grettah pero rápidamente mostró unas cualidades tácticas y morales sobresalientes que le hicieron ser un importante aspirante a ocupar el sitio del comandante Setién que, en un par o tres de años pediría una jubilación anticipada, la guerra de razas le había destrozado físicamente y mentalmente en exceso.

- Señor comandante, no hemos sufrido bajas y hemos detectado que el príncipe Cyan ha sido el líder del ataque. Se han evacuado a los heridos al puesto avanzado numero 3 y en estos momentos están todos ellos en cuidados intensivos.- Anunció firmemente el soldado.


Jaco lo tenía todo controlado, sabía en todo momento donde estaban sus compañeros y las funciones que realizaban, era un chico sincero y con mucha visión del deber y bondad y pese a la situación en la que estaba sumergida Gaia no desprendía odio alguno hacia los dragones, sabía perfectamente que esta guerra era tan inútil como falsa, un simple capricho de los viejos regentes que gobernaban en ambos lados, era cuestión de tiempo que eso acabase


¿Para qué acumular más víctimas? Ya se había derramado suficiente sangre y había llegado el momento de dejar paso a las palabras.

AÑO 641 - 19 Diciembre


Tal y como se rumoreaba entre las tropas de Grettah y una vez que Setién se retiró de su cargo, Jaco pasó a comandar el batallón 68. En los últimos años había demostrado ser capaz de ser un líder y muchos de sus compañeros apoyaban la decisión del rey de ascender a Jaco al puesto de comandante, empezaban tiempos delicados para las razas de Gaia.


La guerra estaba acabando pero eso no significaba que la lucha terminaba. El rey de Grettah, Bera IV estaba empezando a dialogar con Blava, rey de los dragones para establecer un pacto de paz, un pacto que fuera beneficioso para los humanos y para los dragones, un pacto que acabase con esa masacre y para ello hacían falta hombres "limpios" que encabezasen las tropas de Grettah, hombres que no buscasen venganza, hombres que supieran fortalecer los lazos de amistad entre dragones y humanos, y uno de ellos sin duda era Jaco.


A Jaco el ascenso le había venido como un rayo de luz. Dentro de poco iba a ser padre y ser nombrado comandante de las tropas de Grettah le aseguraba una buena educación y un buen futuro a su hijo o hija:


- ¡Eh Jaco! ¿Ya tienes nombre para tu hijo? - Le preguntaban constantemente sus compañeros.

- ¡Pues claro! Si es niño lo llamaremos Oly y si es niña, Melian.- Contestaba entusiasmado.


Su mujer estaba solo de 4 meses pero ya lo tenían todo planeado. Además su nacimiento iba a coincidir con el del segundo hijo del rey, por lo que tanto el hijo o hija de Jaco estaba destinado a criarse junto al linaje real.


Y finalmente. el 7 de mayo de 642 nacería Melian, la primera hija de Jaco, comandante de las tropas de Grettah.

AÑO 646 - 9 Setiembre


La pequeña Melian fue creciendo en el privilegiado calor del cuartel general de las tropas de Grettah y con los acomodos que significaba ser la hija del comandante, hasta que, recién cumplidos los 4 años, llegó el día de empezar las clases de educación en el mismísimo castillo.

La pequeña iba a ser acompañada por su padre en su primer día de clase, pues no solo iba a ser el primer día de Melian, hoy también empezaba sus clases Aya, la princesa y hija del rey de Grettah. Melian y Aya tenían la misma edad y compartirían escuela el resto de sus vidas, por eso era importante que el primer día todos los niños llegaran puntual ya que el mismísimo rey de Grettah estaría allí presente también.


- Papa, tengo miedo…- Repetía continuamente la pequeña Melian.

- ¿Miedo? ¡Si vas a estar con mas niños de tu edad! - Intentaba convencerla Jaco.


Los niños iban llegando a la aula de enseñanza del castillo, todos ellos hijos de comandantes, consejeros, encargados y demás trabajadores privilegiados del reino de Grettah. El rey y su hija aún no habían llegado pero todos los asistentes ya preparaban su comparecencia, nadie quería que la princesa Aya, el ojito derecho de la familia real se sintiera incomoda en su primer día de clase ¡Mas faltaría!


Melian no entendía nada ¡Que envidia! ¿Por qué a ella no la recibían así? Esos pensamientos envidiosos la hacían tambalear.


- Mira Melian, allí llega el rey de Grettah.- Señaló Jaco.


Al final del largo pasillo se divisaban dos figuras, una de ellas portaba una gran capa y una esbelta corona que reflejaba todas las luces que entraban por los ventanales de la pared, con pase galante, firme y decidido se iba acercando por todo lo largo del corredor de entrada a la aula. Le acompañaba una figura mucho más pequeña, una niña con un largo pelo rubio, cara pecosa y dos ojos azules abiertos como platos que no paraban de mirar a su alrededor.

- ¡Qué bonita hija tiene su alteza! ¡La princesa de Grettah es preciosa! - Se empezó a escuchar entre los padres de los niños.


Y no era para menos, Aya era una niña muy bonita y con unos aires de inocencia que, mezclados con ese miedo y vergüenza que desprendía al tener que enfrentarse a su primer día de escuela hacían que fuera imposible resistirse a florearla.


Melian se sorprendió ¡Ella también era bonita y nadie le había dicho nada! ¿Qué tenía esa niña que no tuviera ella? La pequeña se empezó a bambolearse y su padre, que ya conocía ese comportamiento y a sabiendas de que su hija podía soltar algún comentario poco agradable de esa situación, le paró los pies a tiempo:


- Esa niña es la princesa de Grettah, dentro de unos años será muy importante así que… ¡Te tienes que portar bien con ella! - Le dijo a Melian con una sonrisa dibujada en su cara.

Pero él bien sabía que todo eso era por pura burocracia para contentar al mandamás del reino ¡Tenían que causar buena impresión! Aún así Melian captó el mensaje rápidamente pese a que no le gustó demasiado la idea, se veía obligada a entablar amistad y eso le sonaba poco agradable. El rey de Grettah avanzó por el pasillo junto a Aya hasta llegar a la puerta de la aula y en ese momento Aya dijo unas palabras que marcarían la vida de dos niñas:


- ¡Uoh! ¡Esa niña tiene el pelo rosa! - Mientras señalaba a Melian.


Melian se la miró extrañada, no entendía que veía de raro en su pelo, así que no se pudo aguantar contestarle:


- ¡Y tú tienes el pelo muy amarillo! - Le dijo la pequeña Melian que no pudo mantenerse callada.


Un silencio inundó el pasillo, la hija del comandante de las tropas de Grettah había contestado a la pequeña y dulce princesa de Grettah ¡En su primer día de clase! Los asistentes se empezaron a mirar entre ellos esperando que algo malo ocurriese pero, lejos de ese tipo de respuesta, el rey de Grettah intervino:


- JAJAJAJAJA ¡A ver si habrá que cortaros el pelo a las dos para que vayáis iguales! - Respondió Bera IV entre risas sinceras.

Los espectadores empezaron a reír al ritmo del rey, como si de una orden se tratase, bien, todos menos Jaco que tras su cara roja intentaba esconder las ganas de desaparecer del lugar por culpa del comentario de su hija.


- Melian ¡Eres un bicho! - Le dijo a su hija mientras le hacía cosquillas en el cuello, cosa que la niña odiaba.

Todos los niños y niñas querían relacionarse con Aya, seguramente obligados por sus padres, pero únicamente había una chica que no lo hacía por obligación, quizás incluso en algunas ocasiones se resistía a hablar con ella y esa era Melian.

Esas dos frases que se dijeron nada mas verse fue la excusa perfecta para empezar una relación y para seguir hablando a distancias de otros niños. El dulce y delicado carácter de Aya complementaba la torpeza y la personalidad extrovertida de Melian, la naturaleza de una ayudaba a la naturaleza de la otra, eran como el ying y el yang de un mismo universo así que con el paso del tiempo, la princesa de Grettah y la hija del comandante del batallón 68 empezaron a ser uña y carne.


El hermano mayor de Aya, el príncipe Bera, era una persona chulesca y odiosa en muchas ocasiones, ejercía su trabajo de hermano mayor en forma de molestias e incordios hacia su hermanita así que la pequeña del reino de Grettah enfocaba sus problemas y dudas hacía Melian que, en muchas ocasiones, se veía carente de una figura paterna, los efectos de la post-guerra hacían viajar a Jaco hasta puntos muy lejanos de Gaia y había llegado a pasarse varios meses fuera de casa.

La falta de esa figura en las vidas de ambas les hizo llegar a llamarse "hermanas", por eso mismo cuando Aya se enteró de que la madre de Melian estaba embarazada otra vez, un leve sentimiento de celosía recorrió su mente.


- ¡No te preocupes, yo nunca te abandonaré! - Le prometió Melian.

- ¡Nunca nos abandonaremos! - Remarcó Aya.


Pero así como la noticia del futuro hermano de Melian llegó en forma de alegría, también llegaron malas noticias del frente de defensa: El pacto de separación que acordó el rey Bera IV con Blava no gustó a todos los dragones y algunos grupos rebeldes estaban realizando violentos ataques a los pueblos de la costa. Las tropas de Grettah fueron enviadas para ayudar a sus habitantes a aguantar los ataques draconianos y a subministrar medicamentos y pociones pero un gran dragón de color rojo arrasó con todos los aldeanos y soldados de la zona, incluso con las tropas de Grettah enviadas capitaneadas por Jaco. No hubo ningún superviviente.


El mundo de Melian se derrumbó ante tal noticia.

AÑO 650 - 25 Agosto


El funeral del batallón 68 fue a lo grande, asistieron cerca de 300 personas, viudas y huérfanos la mayoría. El mismo rey de Grettah encabezó el velatorio con un emotivo discurso con llantos y gritos de penuria de fondo.

Lia, la madre de Melian y su abuelo Gotza estaban en la primera fila de esa ceremonia, asistentes de honor como solo los familiares del comandante Jaco podían serlo, delante de ellos una losa de piedra donde debajo yacía el que había sido el pilar de esa familia.


Melian no podía dejar de llorar, llevaba haciéndolo desde que recibió la noticia y llevaba varios días con los ojos hinchados. A su lado la princesa Aya se fundía en abrazos con ella y de vez en cuando compartía el llanto de su mejor amiga, verla así la entristecía tanto que casi podía sentir el dolor como si fuera suyo, incluso Bera V, el príncipe de Grettah, intentaba consolar a la joven peli rosa a sabiendas de lo importante que era esa persona para su hermana pequeña.


La muerte de Jaco no solo supuso la desaparición del progenitor de la familia, debajo de esa losa también desaparecían los motivos por los que esa humilde familia de Grettah gozaba de los beneficios del colectivo de trabajadores de su reino, con la muerte de Jaco ya nada les unía al castillo de Grettah y casi como si de una imposición se tratase, debían abandonar esos acomodos.


- En el pueblo de Avalon aún conservo mi casa, les diremos a los inquilinos actuales que la necesitamos.- Recordó el viejo Gotza que, en el fondo de su corazón, echaba de menos su caluroso pueblo natal.

El embarazo de Lia se había complicado, el disgusto por la muerte de Jaco le había afectado más de lo esperado y si no reposaba en esos últimos meses antes del parto podría ser peligroso tanto para ella como para el futuro bebé, así que decidieron alquilar un carro y dirigirse hacia Avalon cuanto antes mejor.


Esa misma tarde, antes de partir, Melian se quedó con Aya. Su corazón estaba ahogado en pena, no solo por la noticia de la muerte de su padre, también por la de tener que abandonar Grettah y dejar allí a su mejor amiga, fueron demasiadas cosas de golpe.


- No te preocupes Melian ¡Seguiremos en contacto y vendré a verte siempre que pueda! - Decía Aya con la esperanza de animar a su amiga.


Dentro de lo malo era lo mejor que podían hacer, hacía 5 años que compartían casi todos los días de su vida, habían vivido tantas cosas juntas que ese adiós fue de los momentos más amargos de sus cortas vidas. Se prometieron todo lo que podían prometerse y se juraron que en el futuro volverían a juntarse, pasase lo que pasase.


La madre de Melian y Gotza prepararon el equipaje, les esperaban 5 días de viaje y el calor de esa época del año hacia divisar un viaje complicado, cosa que preocupaba a Melian que solo hacía que pensar en la salud de su madre y en la de su futuro hermano o hermana.


La humilde familia abandonó Grettah para instalarse en Avalon.

En el año 651 nació Oly, pero su madre no pudo superar las diferentes complicaciones del parto y moriría días después de dar a luz. Gotza se quedaría a cargo de Oly y Melian que, ante tal suceso, quedaría destrozada pero con el paso de los años y gracias al aislamiento del pueblo de Avalon, recuperaría poco a poco los ánimos.


Melian y Aya siguieron en contacto por carta durante años y, pese a que no se veían tanto como querían, su amistad siempre fue tan sincera y pura como el día que juraron que nunca se abandonarían. Mantuvieron el contacto mediante cartas hasta que cierto día Melian recibiría un alarmante mensaje…

Buf... Tercera Hardfic creada por mi y creo que he llegado a la conclusión de que ¡Una Hardfic cuesta mas de escribir, organizar y dibujar que un capítulo de cómic! JAJAJAJJA


Como ya dije en el Capítulo 27, esta Hardfic hacía mucho tiempo que la tenía pendiente, la empecé a escribir por ahí el 2017 y vi que tenía tanta faena que dejé el documento allí... apartado, metido en una carpeta, alejado... Y pese a que en 2019 me propuse acabarla de escribir y ilustrarla, al final ha echo falta un virus y una pandemia mundial para que acabase lo que empecé y pese a que me he dejado alguna cosita que otra... ¡Creo que el resultado ha valido la pena! ^^


Mirad si me animado con esta Hardfic que incluso he echo una ficha RPG de personaje de los soldados de Grettah!

Y además, buscando en archivos antiguos he encontrado esta ilustración del año 2009-2010 donde dibujé el "robo" de Melian al castillo de Grettah ¡Algo he mejorado desde entonces! ¿no?


Espero que hayáis disfrutado esta bonita Hardfic porque...


¡La Hardventura de Melian empieza aquí!