Para entonces las Almas de Gaia hacia mucho tiempo que corrían por el planeta y, pese a que los humanos tenian la ayuda de los dragones, estos se dieron cuenta rápidamente de la superioridad de las Almas y empezaron a venerarlas.
Con el paso de los años los humanos empezaron a ser cada vez mas independientes, a construir sus propios poblados, sus comunidades, a crear oficios y rangos, por lo que cada vez el misticismo de las Almas de Gaia fue decayendo y estos empezaron a trabajar en ganar habilidades con las esferas y las magias comunes de Gaia.
Pese a eso, un grupo de humanos siguió venerando a las Almas. Estos se exiliaron en un poblado donde construyeron templos y altares para dar ofrendas a las creaciones supremas de Gaia.